Honduras, junto a México, se ha convertido en uno de los dos países latinoamericanos más peligrosos para ejercer el periodismo.
Lo anterior quedó demostrado cuando el martes otro comunicador social fue ultimado a balazos en la norteña ciudad de San Pedro Sula, con lo cual suman nueve los que han corrido igual suerte en lo que va de 2010.
Se trata del periodista radial Israel Zelaya Díaz, quien laboraba en una radioemisora local en el programa "Claro y Pelado".
El cuerpo del comunicador, según la escueta nota en los medios, que citan a fuentes policiales, tenía tres impactos de bala en la cabeza y fue dejado en una plantación de caña de azúcar en el sector de Villanueva, hasta donde habría sido llevado en un taxi.
Zelaya Díaz, de unos 55 años, era uno de los conductores del programa radial "Claro y pelado", que dirige el también periodista Carlos Rodríguez en una emisora de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras.
Zelaya laboró en programas noticiosos en Radio Norte, la desaparecida Voz de Centroamérica, en el programa La Tertulia de Tres, también en Radio Internacional, aquí fue su último trabajo en el programa Claro y Pelado, en el que comentaba asuntos de interés nacional y local.Zelaya tenía más de diez hijos, varios menores edad.
Su esposa se lamentaba ayer en una radio local porque dependía de los ingresos de su compañero para el sustento de los pequeños.Hace dos meses, su casa de habitación sufrió un incendio y varios colegas y personas de buen corazón se solidarizaron con el infortunado periodista.
Zelaya perteneció al Colegio de Periodistas de Honduras desde su fundación, y fue el primer relacionista público del hospital Mario Rivas en el período del extinto doctor Reynaldo Gómez Urtecho.
La filial sampedrana del Colegio de Periodistas se apersonó con los familiares del comunicador para hacerse cargo de los gastos de las exequias y otras acciones solidarias.
Rodríguez indicó escuetamente que Díaz no había comentado sobre amenazas de muerte, ni de problemas que pudiera tener con otra persona.
Hace unos pocos años Díaz estuvo preso tras resultar implicado en la muerte de una persona, según versiones de la prensa local.
Zelaya Díaz ejerció el periodismo en varias emisoras de radio de San Pedro Sula y era miembro del Colegio de Periodistas de Honduras.
Con Zelaya Díaz suman nueve los periodistas hondureños asesinados en lo que va de 2010, más un locutor de una emisora musical, sin que hasta ahora los crímenes hayan sido esclarecidos.
Este asesinato se suma al de los periodistas Luis Arturo Mondragón (14 de junio), Georgino Orellana (20 de abril), Manuel Juárez y José Bayardo Mairena (26 de marzo), Nahúm Palacios (14 de marzo), David Meza (11 de marzo) y Joseph A. Hernández Ochoa (1 de marzo).
En un comunicado presentado en abril, la Sociedad Interamericana de Prensa señaló que además de los anteriores crímenes tampoco se había identificado a los responsables materiales ni intelectuales de los crímenes ocurridos en 2009 contra Bernardo Rivera Paz (13 de marzo), Santiago Rafael Munguía (31 de marzo) y Gabriel Fino Noriega (3 de julio).
El costo de ser periodista en Honduras es muy alto, donde al igual que en México vive una espiral de violencia vinculada con el tráfico de drogas y el crimen organizada.
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