lunes, 29 de noviembre de 2010

Elección de nuevo jefe de FFAA probará política de reconciliación de "Pepe" Lobo

POR DAGOBERTO RODRÍGUEZ

La elección del nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas supondrá para el presidente Porfirio Lobo Sosa una prueba de su liderazgo y autoridad como comandante general del instituto armado, pero fundamentalmente implicará un examen a su política de reconciliación nacional y la ratificación del principio de obediencia castrense al mando civil.
La escogencia del nuevo jefe militar, que deberá darse en el mes de diciembre, reviste especial relevancia en un momento histórico en el que Honduras intenta sanar heridas y dejar atrás el fantasma del “golpe de Estado”, para unos o “Sucesión Constitucional”, para otros, que dio lugar al derrocamiento del ex presidente, Manuel Zelaya Rosales.
En diciembre de este año, el presidente Lobo, en su condición de comandante general, deberá escoger, de entre los actuales seis miembros de la Junta de Comandantes, al sucesor del general Carlos Antonio Cuellar Castillo, quien entrega la jefatura castrense al terminar su ciclo profesional de 35 años dentro de la institución militar.
De acuerdo a la Ley Constitutiva de las Fuerzas Armadas, corresponde al presidente de la República nombrar al nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de entre los miembros de la cúpula militar y a propuesta del jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC).
Antes de la reforma constitucional, que suprimió la figura del temido y todopoderoso Consejo Superior de las Fuerzas Armadas (Cosuffaa) y que devolvió el mando de la institución militar al poder civil, la responsabilidad de escoger al máximo jefe castrense recaía en los miembros del Congreso Nacional.
Por otro lado, el relevo generacional, muy presente y arraigado dentro del entramado y la idiosincrasia militar, indica que la promoción 16, de la cual forma parte el general Cuellar Castillo, así como su antecesor Romeo Vásquez Velásquez, deberá empezar a ceder posiciones a la promoción de oficiales número 17,  que actualmente ya ocupan cargos de relevancia.
Hay que recordar que las Fuerzas Armadas tienen en sus filas a 18 generales activos, de los que siete son de la promoción 16, la mayoría de los cuales entran en condición de retiro a partir de diciembre y nueve de la promoción 17, más dos altos oficiales que están en medio de las promociones 17 y 18.
Las FFAA tienen unas 30 unidades, entre brigadas, batallones, escuelas técnicas, hospitales, una universidad, a los que suman otras entidades como el Instituto de Previsión Militar (IPM), La Armería, una financiera, una empresa de servicios fúnebres y el Comisariato, entre otras.



“Un Jefe de transición”
El general Carlos Alberto Cuellar Castillo fue nombrado por el presidente Lobo en la jefatura del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, en marzo del presente año, en sustitución del también general de división Romeo Vásquez Velásquez, quien fue figura clave en los hechos del 28 de junio de 2009, cuando se expulsó del poder al ex mandatario liberal Manuel Zelaya Rosales.
Tras asumir la Presidencia, Lobo Sosa nombró, por un periodo de un año, al general Cuellar Castillo como parte de las presiones internacionales, especialmente de Estados Unidos y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La imposición internacional exigía que al frente del Ejército hondureño debía designarse a un oficial de bajo perfil y que no hubiera tenido participación directa en los hechos del 28 de junio del año pasado que antecedieron a la salida del ex presidente Zelaya del poder.
De modo que Cuellar Castillo era el más indicado para el puesto, además, era visto en ese momento como un “comandante de transición” en vista que en diciembre de este año cumple 35 años de servicio dentro de la institución militar y pasa a la honorable condición de retiro. 
Lo anterior significa que el Presidente Lobo se ve en la obligación de designar a un nuevo comandante militar, a menos que pretenda prorrogar el mandato de Cuellar, lo que iría en contra de la Ley Constitutiva de las FFAA y podría generar una rebelión de barracas y alteraría la tranquilidad en los batallones.
Según analistas, el  titular del Ejecutivo no estaría dispuesto a correr con ese riesgo en un momento de fragilidad política muy delicada para el país, por lo que la opción más segura es  escoger de entre los generales que actualmente integran la Junta de Comandantes y así garantizar una transición ordenada y sin alteraciones bruscas.
De ser así y si se respeta el escalafón militar, las fuentes consultadas coincidieron en señalar que las condiciones están dadas para que la promoción 17, asuma el mando de las Fuerzas militares hondureñas,  mientras los oficiales de la 16 pasan a la condición de retiro y se renueva la nueva generación de oficiales.
Pepe Lobo, según las fuentes militares, aspira a nombrar un comandante definitivo y no temporal que lo acompañe durante los últimos tres años de gestión, de forma que deberá inclinarse por un oficial relativamente joven, con don de mando, respetado, con carisma dentro de la institución militar y sobre todo que no haya participado directamente en la salida de Zelaya del poder.
Con lo anterior garantizará la tranquilidad de la comunidad internacional, especialmente de la OEA, que ha venido exigiendo más “gestos” del “Gobierno del Humanismo Cristiano” para dar su visto bueno a un eventual retorno de Honduras al seno de la organización hemisférica.
Los elegibles
La Junta de Comandantes actualmente la integran: el jefe del EMC, general Carlos Antonio Cuellar (promoción 16); el subjefe del EMC, general Gerardo Fuentes González (promoción 16); el comandante general del Ejército, General de Brigada, Carlos Alberto Espinoza Urquía  (Promoción 17); el Inspector  General de las FFAA, general de aviación Luis Javier Prince, (promoción 17); el comandante de la Base Naval, contra almirante Juan Pablo Rodríguez (Promoción 17) y el coronel Marco Vitelio Castillo, comandante de la Fuerza Aérea Hondureña y miembro de la promoción 17.
Bajo esa estructura, la Junta de Comandantes está compuesta por dos oficiales de la décimo sexta promoción que ya están por retirarse y cuatro de la décimo séptima promoción de egresados de la Academia Militar, de modo que estos últimos son elegibles para asumir el mando en enero próximo, sino hay un cambio de última hora.
Fuentes consultadas por este medio, indicaron que el presidente deberá decantarse por cualquiera de los oficiales que componen la décimo séptima promoción, pero existe el inconveniente que dos de ellos fueron parte de la anterior Junta de Comandantes y piezas claves en los hechos del 28 de junio.
Hablamos en estos casos del Inspector General de las FFAA, el general de aviación Luis Javier Prince y  el comandante de la Base Naval, contralmirante Juan Pablo Rodríguez, quienes, Junto al general retirado Romeo Vásquez Velásquez, encabezaron la cúpula militar que ejecutó la orden de captura contra Zelaya Rosales.
Prince es un fuerte candidato, según nuestras fuentes castrenses, ya que es miembro de la promoción 17, pero podría quedar descalificado por ser integrante de la anterior Junta de Comandantes vigente en Junio 28 de 2009. Por otro lado, a partir de enero de 2011, a este oficial solo le queda un año y medio de servicio.
De ese grupo de cuatro comandantes elegibles queda el actual jefe de la Fuerza Aérea, coronel Marco Vitelio Castillo, quien aunque no fue participe directo de los hechos del 28 de junio, tiene la desventaja de no contar con el rango de general ni con la debida experiencia en el mando y en otras funciones administrativas, exigidas por la ley.
Un último de los elegibles es el actual comandante general del Ejército,  general de brigada Carlos Alberto Espinoza Urquía, quien en la actualidad comanda el 70 u 80 por ciento de la tropa de tierra, es decir, más de la mitad de la totalidad de los miembros de las Fuerzas Armadas.
Es importante mencionar que el brazo fuerte de las FF AA es el Ejército y es esta rama la que alberga las más importantes brigadas y batallones militares del país, donde también se anuncian los cambios y rotaciones.
Los análisis coinciden que Espinoza Urquía es uno de los más fuertes candidatos para ocupar la jefatura del Estado Mayor Conjunto, no sólo por el hecho de comandar la Fuerza Ejército, sino porque goza de popularidad y respeto entre sus subordinados y la alta oficialidad y por el hecho que también no fue protagonista ni una cara visible durante el “golpe de Estado”.
Además le avala el hecho que ha ejercido la mayoría de puestos administrativos y de mando que exige la Ley Constitutiva de las Fuerzas Armadas para convertirse en el máximo jefe castrense, de modo que si no hay movimientos o negociaciones bajo la mesa, Espinoza Urquía podría ser el elegido por el presidente Lobo Sosa.
Fuera de ese panorama no se vislumbra otra figura militar que pueda arrebatar el mando a la décimo séptima promoción, pero como dicen los políticos en Honduras todo es posible y las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana.
Extraoficialmente se ha conocido también de las aspiraciones por ocupar la jefatura del EMC, del general  René Osorio, actual jefe de la Guardia de Honor Presidencial o Estado Mayor Presidencial, encargado de la seguridad de la familia presidencial.
El problema que existe con Osorio es que, según fuentes políticas, éste integró uno de los comandos que participó en la captura del ex presidente Zelaya y que posteriormente lo expulsó a Costa Rica en un avión militar, aunque esto no está plenamente probado.
Por otro lado, el general Osorio es miembro de la promoción 17, pero no puede participar en la elección por no pertenecer a la Junta de Comandantes, igual por no haber sido comandante de una Fuerza de importancia o haber ejercido cargos administrativos de relevancia que la Ley Constitutiva de las FFAA exige.
Según las fuentes, él se promociona solo, por diferentes medios y a través de amigos cercanos al círculo del presidente Lobo Sosa, lo que ha molestado a la Junta de Comandantes y una buena parte de la alta oficialidad en las FFAA
Presiones exógenas
Los expertos indican que el presidente Lobo Sosa recibirá las presiones de diferentes sectores nacionales e incluso internacionales para nombrar al jefe castrense, pero se espera que su poder de negociación, su liderazgo y sobre todo su apego a la ley, a los intereses nacionales y su visión de reconciliación, primen a la hora de la elección.

El pasado 21 de octubre, Día de las FFAA, el presidente Lobo aseguró que sería respetuoso de la ley al nombrar al nuevo Jefe de EMC, a raíz de un pronunciamiento de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) en el que esa organización dejaba entrever que desde Casa Presidencial se pretendía politizar el tema, al pretender imponer al general René Osorio.
El 28 de septiembre de 2010, el Ministro Marlon Pascua recordó que la Ley Constitutiva de las Fuerzas Armadas estipula que un militar debe retirarse de su servicio activo luego de haber laborado en esa institución por 35 años consecutivos. Ese tiempo se cumple este año para el general Cuéllar y todos los oficiales de la promoción 16.
Por lógica se vislumbra que el sucesor de Cuéllar deberá ser un oficial de la promoción 17. Actualmente pertenecen a esa promoción otros generales, entre ellos: René Osorio, Eduardo Espinal (en el exterior), Óscar Flores, Enrique Hernández y Wilfredo Pavón.


JUNTA DE COMANDANTES DE LAS FFAA
1.-Jefe de Estado Mayor Conjunto de las FFAA, general de división y magister Carlos Antonio Cuellar Castillo. Promoción 16. Se retira en diciembre al cumplir sus 35 años de servicio.
 2.-Sub Jefe del Estado Mayor Conjunto, general de brigada y magister, José Gerardo Fuentes González. Promoción 16. Se retira en diciembre al cumplir sus 35 años de servicio.
 3.-Inspector  General de las FFAA, general de aviación Luis Javier Prince. Promoción 17.  Un fuerte candidato, pero a partir de enero de 2011 le queda un año y medio de servicio.  Fue miembro activo de la anterior Junta de Comandantes vigente en Junio 28 de 2009.
4.-Comandante General del Ejército, General de Brigada y Magister, Carlos Alberto Espinoza Urquía. Promoción 17. Candidato con mayor opción. Reúne todos los requisitos ya que comanda la mayor fuerza dentro de las FFAA
 5. -Comandante de la Base Naval, Contra Almirante (General) Juan Pablo Rodríguez. Promoción 17. Es miembro de la anterior Junta de Comandantes. No cuenta con todos los requisitos que exige la ley.
6.- Comandante de la Fuerza Aérea Hondureña Coronel de Aviación Marco Vitelio Castillo, de la Promoción 17. Le falta más experiencia en el mando y no cuenta con el rango de general, además de otros requisitos.

martes, 23 de noviembre de 2010

Grupos armados se entrenan en zona del Aguán



El presidente, Porfirio Lobo Sosa, informó hoy al Consejo de Ministros que informes de inteligencia revelan que hay grupos armados en la zona del Bajo Aguán, donde, según los informes preliminares, circulan al menos mil AK-47, igual número de fusiles M-16 y armas pesadas.
“Estamos afinando la información con las indicaciones de esto, pero están recibiendo entrenamiento en lucha armada, por eso iniciamos una operación masiva que va a durar el tiempo que sea necesario hasta que demos con todos los depósitos de armas que hay en la zona y que le pongamos fin a las muertes que han estado habiendo en los últimos meses”, dijo el presidente a sus ministros este martes.
Detalló que de esta información “no se da cuenta nadie, no ha sido informado el ministro del INA (César Ham), excepto la autoridad de Seguridad y de Defensa porque esta no es una operación administrativa es una operación de inteligencia y de acciones policiales para poder poner fin a tantas pérdidas de vidas humanas en la zona, iniciar un proceso de diálogo con cada uno de los sectores para ya terminar con este conflicto que es lamentable y que ha cobrado la vida de no menos veinte compatriotas”, expuso.
Reiteró que la operación que se ejecuta en el Aguán “es una operación policial respaldada por las FFAA, no administrativa para lograr ubicar los depósitos de armas que hay en la zona y poder detener a los que andan con armas ilegales”.
El mandatario dijo que según los informes de inteligencia, en la zona estarían circulando “como unas mil AK-47 e igual número de M-156, y sospechamos de armas más pesadas todavía”.
Lobo dijo a sus ministros que decidió darle los detalles de esta operación “para que no me los sorprendan”.
“Y les informo que vamos a estar allí el tiempo que sea necesario, con el personal que sea necesario hasta volver a la normalidad la zona del Bajo Aguán”, detalló.

lunes, 30 de agosto de 2010

Hondureños a la cabeza de ejecutados en masacre en Tamaulipas


Al menos 21 hondureños figuran entre las 72 víctimas masacradas cerca de la frontera con Estados Unidos, anunció el gobierno el lunes.

''En la lista oficial aparecen 14 hondureños plenamente identificados por las autoridades mexicanas'', dijo en rueda de prensa el canciller Mario Canahuati.
''Y hay otros siete pre identificados por sus familiares por un tatuaje, lunares, fotografías o vestimenta''.
Canahuati instó al gobierno mexicano a ''investigar de manera exhaustiva la situación a fin de que se castigue a los responsables con todo el peso de la ley''.
Indicó que centenares de hondureños se han presentado a la Cancillería en busca de información de 199 parientes que han emigrado a Estados Unidos por ignorar el paradero de ellos.
Ante esa situación, se ha habilitado una oficina con personal especializado para atender los reclamos, donde la gente forma largas filas para rellenar formularios y plantear sus inquietudes. El gobierno ha puesto a su disposición transporte, alimentación y alojamiento.
Llorando, María Meza, de 59 años, llegó a la Cancillería con la foto de su hijo Jorge Martínez, de 26.
''El me llamó hace un mes por teléfono desde México. Me dijo que no había podido pasar a Estados Unidos'', expresó la mujer. ''Espero que no esté entre los fallecidos''.
Jorge salió de Honduras en julio de 2009.
Benigno Arteaga y su esposa Tomasa Jácome también acudieron a la Cancillería para requerir detalles de su hija Tomasa Maritza, de 20 años.
''Creemos que nuestra hija está entre los muertos de México'', dijo Arteaga. ''La reconocimos en una foto de los masacrados por su peinado de trenzas y la ropa''.
Sin embargo, la joven no está en la lista estatal de fallecidos.
Isabel Cárcamo, de 17 años, se desmayó el domingo en las instalaciones de la Cancillería cuando buscó información sobre su padre Miguel Cárcamo, quien murió en la masacre de Tamaulipas. De inmediato, el personal de la Cruz Roja le brindó los primeros auxilios.
Los cadáveres de 14 hondureños arribarán el martes a Tegucigalpa en un avión de la fuerza aérea mexicana.
Los recibirá el presidente Porfirio Lobo en una ceremonia fúnebre y los entregará a sus familiares, que los llevarán a sus comunidades en camiones, helicópteros o aviones de la fuerza aérea hondureña.
El resto de las víctimas mortales vendrá el fin de semana.
En lo que va del 2010 más de 30 mil hondureños sin documentos han sido deportados por México y estados Unidos, según las autoridades. En el 2009 la cifra fue de 25 mil y en 2008 de 51 mil repatriados.
En 13 años, o sea desde 1997 hasta ahora, han sido deportados al menos 400 mil hondureños de Estados Unidos y México.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Un año negro para la prensa hondureña


Honduras es el segundo país del mundo más peligroso para los periodistas, después del asesinato el martes de esta semana del reportero Israel Zelaya Díaz, en la norteña ciudad de San Pedro Sula, con lo que el número de comunicadores asesinados en lo que va del presente año se elevó a nueve. El Instituto Internacional de la Prensa (IPI) advirtió que esta situación es sumamente preocupante y así se lo han exteriorizado al presidente Porfirio Lobo Sosa, quien a juicio del organismo, no ha hecho nada o muy poco para revertir esta situación.
Según esta red mundial de editores de medios, Honduras sigue siendo en 2010 el segundo país del mundo más peligroso para los periodistas, sólo por detrás de México, país que vive una espiral de violencia provocada por los cárteles de la droga que operan a sus anchas en ciudades como Ciudad Juárez.
Nunca como ahora la prensa hondureña ha visto sorprendida e impotente como la violencia criminal y política ha hecho de los comunicadores sociales su principal blanco. Es así que el 2010 se convirtió en el año negro para los comunicadores sociales.
Muchas de las muertes permanecen en la más completa impunidad y de las nueve registradas este año, en apenas dos de ellas se logró la captura o la identificación de los presuntos responsables.
Según los recuentes, en lo que va de 2010, nueve periodistas más un locutor de una emisora musical, fueron ultimados de forma violenta sin que hasta ahora los crímenes hayan sido esclarecidos.
Se cuenta entre las víctimas a Luis Arturo Mondragón (14 de junio), Georgino Orellana (20 de abril), Manuel Juárez y José Bayardo Mairena (26 de marzo), Nahúm Palacios (14 de marzo), David Meza (11 de marzo) y Joseph A. Hernández Ochoa (1 de marzo).
Además de los anteriores crímenes tampoco se había identificado a los responsables materiales ni intelectuales de los asesinatos ocurridos en 2009 contra Bernardo Rivera Paz (13 de marzo), Santiago Rafael Munguía (31 de marzo) de Radio Cadena Voces y Gabriel Fino Noriega (3 de julio).
Hasta ahora los periodistas hondureños habíamos gozado de una relativa tranquilidad en nuestra labor de recoger y divulgar información y mirábamos desde lejos como países como México, Colombia y Guatemala se convertían en sitios inseguros para la prensa.
México, por ejemplo, vive una violencia sin precedentes, debido a la guerra entre los principales cárteles y la ofensiva montada en su contra por el gobierno de Felipe Calderón.
En esta guerra cruzada la prensa y los periodistas han quedado en medio y han sido un blanco constante de los narcotraficantes.
En Honduras, la crisis política derivada del derrocamiento de Manuel Zelaya de la Presidencia del país, provocó en alguna medida un nivel de violencia y agresiones en contra de un sector de la prensa hondureña que se identificó con los bandos que apoyaban y rechazaban el retorno del corrupto ex presidente hondureño.
No obstante, es importante señalar que el nivel de violencia y agresiones en contra de los periodistas también fue una constante en la administración de Zelaya, durante la cual varios periodistas fueron querellados por funcionarios del gobierno y otros tuvieron que salir al exilio por amenazas a muerte, mientras algunos medios sufrieron el acoso y las amenazas de cierre por parte del gobierno.
En esta administración fueron asesinados los periodistas Carlos Salgado, humorista y productor del programa satírico “Las Historietas de Frijol El Terrible” y el corresponsal Rafael Munguía, ambos de la emisora Radio Cadena Voces, critica de la gestión de Zelaya. Ambos crímenes permanecen en la más completa impunidad.
De igual forma se querelló a los periodistas Nelson García, de La Prensa; Carlos Mauricio Flores, de El Heraldo; Roxana Guevara y Renato Alvarez de Telenoticias y los periodistas Juan Carlos Fúnez y Melissa Amaya de Radio Cadena Voces.
De modo que las agresiones, las amenazas y las intimidaciones en contra de la prensa, fueron recurrentes en el gobierno de Zelaya, sin que éste actuara para evitar esa situación, al contrario la alentaba con sus permanentes enfrentamientos con la prensa crítica a su gobierno.
La Resistencia Popular, a fin a la causa Zelayista ha pretendido vincular muchos de los asesinatos de los periodistas ocurridos en el 2010, a la crisis política que vivió el país, sin embargo, las autoridades no han logrado confirmar que estos hechos este relacionados, aunque no se descarta que algunos de ellos tengan que ver con el conflicto que vivió el país el año pasado.
Lo que preocupa de toda esta situación, es la indefensión en la que prácticamente se encuentran los periodistas hondureños. Hoy por hoy ejercer el periodismo se ha convertido en uno de los oficios más peligrosos en Honduras.
El gobierno de Porfirio Lobo Sosa, no puede soslayar o pretender minimizar esta situación, por el contrario debe avocar los esfuerzos de los cuerpos de seguridad del Estado a esclarecer estos hechos para tranquilidad de la ciudadanía, la misma prensa hondureña y la comunidad internacional que no quita la lupa y su ojo inquisidor de Honduras, tras los hechos políticos ocurridos después del 28 de junio del año pasado.
Para Anthony Mills, jefe del departamento de Libertad de Prensa del IPI, "Aunque el motivo del ataque al señor Israel Zelaya no está aún claro, nos gustaría subrayar de nuevo que Honduras se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas",
Por eso, "es vital que las autoridades investiguen a fondo las muertes, para no permitir que prospere la cultura de la impunidad".
El IPI recuerda que ya el pasado marzo, tras el asesinato de tres periodistas en dos semanas, este organismo remitió una carta abierta al presidente de Honduras, Porfirio Lobo, para expresarle su preocupación por esta situación, una misiva "a la que el IPI aún no ha tenido respuesta".


¡Dios guarde a los periodistas hondureños!

El costo de ser periodista en Honduras



Honduras, junto a México, se ha convertido en uno de los dos países latinoamericanos más peligrosos para ejercer el periodismo.
Lo anterior quedó demostrado cuando el martes otro comunicador social fue ultimado a balazos en la norteña ciudad de San Pedro Sula, con lo cual suman nueve los que han corrido igual suerte en lo que va de 2010.
Se trata del periodista radial Israel Zelaya Díaz, quien laboraba en una radioemisora local en el programa "Claro y Pelado".
El cuerpo del comunicador, según la escueta nota en los medios, que citan a fuentes policiales, tenía tres impactos de bala en la cabeza y fue dejado en una plantación de caña de azúcar en el sector de Villanueva, hasta donde habría sido llevado en un taxi.
Zelaya Díaz, de unos 55 años, era uno de los conductores del programa radial "Claro y pelado", que dirige el también periodista Carlos Rodríguez en una emisora de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras.
Zelaya laboró en programas noticiosos en Radio Norte, la desaparecida Voz de Centroamérica, en el programa La Tertulia de Tres, también en Radio Internacional, aquí fue su último trabajo en el programa Claro y Pelado, en el que comentaba asuntos de interés nacional y local.Zelaya tenía más de diez hijos, varios menores edad.
Su esposa se lamentaba ayer en una radio local porque dependía de los ingresos de su compañero para el sustento de los pequeños.Hace dos meses, su casa de habitación sufrió un incendio y varios colegas y personas de buen corazón se solidarizaron con el infortunado periodista.
Zelaya perteneció al Colegio de Periodistas de Honduras desde su fundación, y fue el primer relacionista público del hospital Mario Rivas en el período del extinto doctor Reynaldo Gómez Urtecho.
La filial sampedrana del Colegio de Periodistas se apersonó con los familiares del comunicador para hacerse cargo de los gastos de las exequias y otras acciones solidarias.
Rodríguez indicó escuetamente que Díaz no había comentado sobre amenazas de muerte, ni de problemas que pudiera tener con otra persona.
Hace unos pocos años Díaz estuvo preso tras resultar implicado en la muerte de una persona, según versiones de la prensa local.
Zelaya Díaz ejerció el periodismo en varias emisoras de radio de San Pedro Sula y era miembro del Colegio de Periodistas de Honduras.
Con Zelaya Díaz suman nueve los periodistas hondureños asesinados en lo que va de 2010, más un locutor de una emisora musical, sin que hasta ahora los crímenes hayan sido esclarecidos.
Este asesinato se suma al de los periodistas Luis Arturo Mondragón (14 de junio), Georgino Orellana (20 de abril), Manuel Juárez y José Bayardo Mairena (26 de marzo), Nahúm Palacios (14 de marzo), David Meza (11 de marzo) y Joseph A. Hernández Ochoa (1 de marzo).
En un comunicado presentado en abril, la Sociedad Interamericana de Prensa señaló que además de los anteriores crímenes tampoco se había identificado a los responsables materiales ni intelectuales de los crímenes ocurridos en 2009 contra Bernardo Rivera Paz (13 de marzo), Santiago Rafael Munguía (31 de marzo) y Gabriel Fino Noriega (3 de julio).
El costo de ser periodista en Honduras es muy alto, donde al igual que en México vive una espiral de violencia vinculada con el tráfico de drogas y el crimen organizada.




martes, 24 de agosto de 2010

Suspender el año escolar propone ministro

El ministro de Educación, Alejandro Ventura, propuso hoy la cancelación del año escolar ante la problemática en el sector educativo.
La propuesta fue formulada durante la reunión de Consejo de Ministros celebrada en Casa de Gobierno.
De inmediato la propuesta fue rechazada por la dirigencia magisterial, la empresa privada y las universidades privadas.
Ventura apuntó que si el conflicto con el magisterio no se resuelve antes de 30 de agosto, el gobierno de Honduras cancelará el año escolar a partir de septiembre, en vista que el conflicto es de tipo ideológico y no gremial.
La ex rectora de la Universidad José Cecilio del Valle, opinó que la medida no es congruente con la situación del país y avaló la opinión de la empresa privada.
Por su lado, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada criticó al ministro de Educación por la propuesta de cancelar el año escolar y dijo que es una iniciativa errónea de alguien que no conoció las aulas universitarias.